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Mostrando entradas de 2017

Avanzar, cambiar, decidir...

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  Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una   breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la    importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades   de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.   Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja   y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin   calzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y   le pregunto: ¿Si en este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de  comercios, cómo hace usted y su familia para sobrevivir aquí? El señor calmadamente respondió: amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da  varios litros de leche todos los días.   Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros   alimenticios en la ciudad vecin

Las tres rejas

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El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice: - Oye maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia..... - ! Espera! - lo interrumpe el filosofo - ¿ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme? - ¿Las tres rejas? - Si. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? - No. Lo oí comentar a unos vecinos. - Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad . Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?. - No, en realidad no. Al contrario... - ! Ah, vaya! La última reja es la necesidad . ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? - A decir verdad, no. - Entonces, dijo el sabio sonriendo - Si no sabemos si es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido. Estas rejas nos ayudan a valorar si merece la pena prestarle atención a todo lo que se  cuenta. De todas las cosas que llegan

Trastorno adaptativo

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Ana siempre ha sido una chica con una energía desbordante, entusiasta y muy alegre,  pero desde hace ocho meses siente que se encuentra en una situación insostenible y no  es capaz de encontrar solución, se siente atrapada y desesperada, siempre está  preocupada y muy nerviosa. ¿Qué le ocurre a Ana? ¿Por qué ha cambiado tanto? ¿Qué pasó hace ocho meses? Hace ocho meses Ana iniciaba una vida nueva en una ciudad desconocida, hasta  entonces, para ella. En esta nueva ciudad Ana no tiene ni amigos ni familiares y  conforme pasa el tiempo la situación se vuelve más estresante. Todos vivimos situaciones difíciles en algún momento de nuestra vida (conflictos,  pérdidas, etc.) a veces estas situaciones nos desbordan y podemos experimentar un   trastorno adaptativo , es decir, una respuesta desadaptativa a uno o varios factores  estresantes (cambio de trabajo, separación, conflicto familiar…). Este trastorno genera  un malestar intens

El Síndrome del impostor

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¿Tu hijo o hija obtiene unas calificaciones estupendas, elogios por parte de sus  profesores/as, tiene éxito en los deportes y, a pesar de todo, sigue pensando que todo  esto se debe a la “buena suerte”? ¿tienen la sensación de no estar a la altura, de no ser  lo suficientemente buenos? Si esto es así, podemos estar ante un caso de síndrome del impostor . Las personas que padecen este síndrome no se sienten merecedoras de lo que  consiguen, suelen ser muy exigentes consigo mismas, se ponen una lista de tareas  imposible de realizar. En mucho de los casos se sienten la oveja negra de la familia, ven que sus hermanos/as  son los inteligentes, ellos o ellas los simpáticos; piensan que sus padres han obtenido  logros que ellos/ellas jamás podrán alcanzar. Entre las consecuencias de este síndrome, se encuentran: ·         -   El miedo a pedir lo que les gustaría. ·     -  El miedo a hacer cosas nuevas. ·        -    Sentirse